miércoles, 14 de marzo de 2012

Happy togheter.

" -¡La Duquesa! ¡La Duquesa! ¡Oh, mis queridas patitas! ¡Oh, mi piel y mis bigotes! ¡Me hará ejecutar, tan seguro como que los grillos son grillos! ¿Dónde demonios puedo haberlos dejado caer? ¿Dónde? ¿Dónde?


Alicia comprendió al instante que estaba buscando el abanico y el par de guantes blancos de cabritilla, y llena de buena voluntad se puso también ella a buscar por todos lados, pero no encontró ni rastro de ellos. En realidad, todo parecía haber cambiado desde que ella cayó en el charco, y el vestíbulo con la mesa de cristal y la puertecilla habían desaparecido completamente.


A los pocos instantes el Conejo descubrió la presencia de Alicia, que andaba buscando los guantes y el abanico de un lado a otro, y le gritó muy enfadado:


-¡Cómo, Mary Ann, qué demonios están haciendo aquí! Corre inmediatamente a casa y tráeme un par de guantes y un abanico! ¡Aprisa!"


No siempre soy la fuerte. Y aunque la mayoría de las veces pienso que mañana será otro día, es un ciclo vicioso que siempre se repite. Entonces es cuándo recuerdo mi infancia, de alguna forma fue bonita, no todo fue de color de rosa... pero esos pequeños matices me hacen sonreír.

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